Guardé tu soberbia con tu cobardía,
tu arrogancia con tu miedo,
y tu orgullo con tu crueldad.
Creo que no dejaste nada dentro.
Fuiste igual de generoso con tu bueno y con tu malo,
así que cuando vuelvas a ser tú, búscame,
porque en el otro bolsillo guardé
tu alegría, tu emoción y tu pasión,
y éstas las necesitarás más adelante
si no quieres vivir a pedazos.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario