Biblioburro

Leyendo esta mañana el periódico, me sorprendí y emocioné al leer una noticia titulada "Bibliotecas de cuatro patas".
Hubo alguna vez, en un tiempo no muy lejano, un maestro de un pequeño pueblecito empeñado en que sus alumnos y alumnas pudieran acceder a una biblioteca. No iba en burro, pero el maletero de su coche estaba siempre lleno de montones de libros, libritos y librotes. Al leer esta noticia, esta mañana, me acordé de él.
El profesor colombiano protagonista de la noticia que leía esta mañana llegó hasta las páginas del New York Times allá por Octubre del año pasado, lo que posibilitó que su proyecto se hiciera más conocido.
Os dejo los enlaces del blog Biblioburro, y del artículo aparecido en el NYT.

Sigo emocionándome con iniciativas como estas.

Por cierto, aquel maestro con el maletero lleno de libros nunca apareció ni siquiera en un periódico local. Hoy en día, mantiene una cadena de lectura además de ser el centro de una increíble red de intercambio de libros.

Club Literario

Hablaba hace un tiempo con un amigo acerca de algo que teníamos muchas ganas de hacer, desde hacía ya bastante...
Los clubes literarios, cuya imagen sólo conocen algunas personas gracias a la dudosa imagen que de ellos se da en las producciones norteamericanas, son un lugar de encuentro y donde compartir emociones y reflexiones. Como digo, desde hace tiempo nos asaltaba la idea de hacer algo parecido, más a nuestra manera, pero algo así para poder trasladar nuestras ya particulares discusiones y disquisiciones a un tema común, que además nos apasiona. Nos pareció buena idea poder escuchar qué sienten las demás personas al leer, interpretar y vivir a su manera lo mismo que leemos, vivimos e interpretamos nosotros y nosotras. ¿No es fabuloso poder escuchar de primera mano las opiniones de otras personas y poder compartir sus emociones?
Pues como mucho de lo que imaginamos, la idea se va dejando atrás por cuestiones que muchas veces se nos escapan y no por falta de interés o ganas precisamente. Algún día, ya sabes que dentro de mi sueño está, retomaré esta idea... espero poder cumplir mi promesa.
De momento, para toda persona a la que pueda interesar, me he puesto manos a la obra por si hubiera algún lugar dentro de esta maraña internáutica en el que poder hacer algo parecido. Y parece que sí existe. Aquí os dejo el enlace con El Club Literario, un club de lectura on line, donde los lectores y las lectoras pueden dentro de las posibilidades del formato, compartir sus lecturas. El funcionamiento es sencillo: se vota una serie de libros y se elige así la lectura siguiente, que puede comentarse a través de comentarios en el blog de la misma web. El inconveniente es que hay que adaptarse a la lista de lecturas determinada y que puede ser que el libro elegido ya lo hayamos leído...
Yo voy a intentarlo, al menos para ver si me quito el gusanillo.
Buena lectura.

I love your glasses...

Ayer noche tocaban en Cádiz Russian Red dentro del ciclo Sólo con ellas. Siempre es un placer escuchar música en lugares con algún encanto especial, como el Castillo de Santa Catalina, y anoche Lourdes comentó que también es un placer para los músicos tocar en un lugar así. La brisa y el mar de fondo completan la pequeña burbuja de pequeño universo infinito en que se convierten esas noches.

Es cierto que estos ciclos siempre están rodeados de un ambiente especial, seguro que por el lugar, pero también por el público asistente. Y si ya el año pasado tuvimos experiencias jazz, esta temporada aún no la habíamos inaugurado y se estaba haciendo tarde, pero la espera ha merecido la pena.

Disfrutar y compartir una noche así, ha sido como siempre un placer.