sábado, 21 de noviembre de 2009

Cuerda floja

A esta funambulista de la almohada
le falta sueño y le sobra noche y horas
en las que me persiguen, a oscuras,
restos de mi día para atormentarme.

Si apagadas las luces de la función el circo se vuelve triste,
en la oscuridad hasta los payasos me estremecen.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Tiramisú de limón

Os dejo la nueva canción de Sabina, de su disco Vinagre y Rosas, a trío con Pereza. Además se aprecia el toque de Leiva en la música. Disfrutadla.

Hice un solo desafinado
con las cenizas del amor
las verbenas del pasado
cangrenan el corazón.

Acórtate la falda nueva
despiértate al oscurecer
túmbate al sol cuando llueva
no desordenes mi taller

Tiramisú de limón
helado de aguardiente
muñequita de salón
tanguita de serpiente.

De madrugada y por la puerta de servicios
me pasabas el hachís
al borde del precipicio
jugábamos a Thelma y Louise

Pero esta noche estrena libertad un preso
desde que no eres mi juez.
Tu vudú ya pincha en hueso,
tu saque se enredó en red.

Tiramisu de limón
helado de aguardiente
puritana de salón
tanguita de serpiente.

Dónde crees que vas
qué te parece que soy
no mires atrás
que ya no estoy.

Pero dónde crees que vas
qué te parece que soy
si miras atrás
mañana es hoy.

Dónde crees que vas
qué te parece que soy
puede que quizás
luego sea hoy.

Nena dónde crees que vas
que te parece que soy
no mires atrás
que ya me voy.

Que sepas que el final no empieza hoy.



viernes, 6 de noviembre de 2009

Nube personal...

Hoy es un día de esos en los que parece que una nube me persigue, me llueve, me moja y me impide ver el sol... Vaya... hoy tengo una nube personal.


martes, 3 de noviembre de 2009

Lloraste en el Generalife.

"¡Tanta hermosura, duele!", te oí decir. Y cuando, un poco sorprendido, me volví a mirarte, ví correr lágrimas por tu cara. Yo conocía demasiado bien (¿quién mejor que yo?) tu sensibilidad a flor de piel; pero tras de tantos y tantos años de nuestra íntima convivencia, todavía me faltaba por descubrir en tí ese grado de total entrega, que así llegaba a dejarte rendida y deshecha ante la belleza intolerable de una hora feliz.