Abandóname. Te lo pido. Aunque sé que no lo harás, al igual que yo no lo haré.
Abandóname. Te lo pido porque sabemos que ninguno de los dos lo hará.
Abandóname, porque yo canto y tú ya no bailas.
Abandóname, porque tu escribes y yo no te leo.
Abandóname, porque nuestros días y nuestras noches hace mucho que no coinciden.
Abandóname, porque tus sueños ya no son los míos.
Te abandono, porque hoy sentada a tu lado he visto en tus ojos que me echas de menos.
Te abandono, porque hoy, sentada a tu lado, te he echado de menos.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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2 comentarios:
Preciso y vívido retrato del desencuentro. Muy bien escrito Leticia, me gusta leerte.
Saludos
Vaya... muchas gracias por el halago y por participar de esta revuelta.
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