Las lámparas nunca fueron buen lugar para dormir
a menos que a veces vivas boca abajo.
Una sonrisa infantil corre más, más que tú
y en dirección contraria
con la esperanza de que haya un punto medio de encuentro
entre la fuente y el espejo.
a menos que a veces vivas boca abajo.
Una sonrisa infantil corre más, más que tú
y en dirección contraria
con la esperanza de que haya un punto medio de encuentro
entre la fuente y el espejo.